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He advertido en varios comentarios, la duda sobre si era yo quién escribía. Y me pedían pruebas o algo que así lo comprobara.
Salvo que confíen en mi palabra, no creo que exista una confirmación irrefutable.
Si no fuera yo la autora de este blog, ¿cuál sería el beneficio de un humano en hacerse pasar por mí y engañar a los habitantes del ciberespacio? Ninguno!!! Pero también entiendo la desconfianza, parece que en éste mundo virtual, todo es mentira.
Soy de la vieja escuela en la palabra tenía valor. De chica me enseñaron que la capacidad de creer va de la mano de nuestra capacidad de ser honestos.
Cuanto más sinceros y veraces seamos, más vamos a confiar en los demás.
¿Se acuerdan de ese refrán: "el ladrón cree que todos son de su condición"?. Bueno, el que miente, cree que todos le mienten, el que engaña, seguro que cree que es un cornudo y el que es honesto, ni duda de la credibilidad del otro.
Es mucho más relajado y feliz creer en algo hasta que nos demuestren lo contrario. No se puede vivir dudando de todo, desconfiando, no gozando.
Se los dice alguien que ya transitó ese camino.
Con todo cariño amigos, relax, believe and enjoy!!!
