martes, 30 de septiembre de 2008

El capitalismo se derrumba. Qué vendrá? Bailando x un dólar?


Tamaña crisis se desató en el norte. Se expande al mundo entero más tarde o más temprano. Ni hablar a nuestra pobre Argentina, ¿país emergente? gobernada por una Presidente extensamente preocupada por su estética y por declamar dedito en alto, sin política económica y rebosante de corrupción. Un daño económico doloroso y duradero, dijo Bush, que se derrama con consecuencias aún insospechadas.
Mientras tanto, la Reina Cristina, desde su soberbia, chicanea a los del "norte" para que dejen de darnos recetas cuando no saben solucionar sus problemas. Irónicamente, bautiza de "efecto jazz" al caos, pero... ¿la cuna del jazz no es New Orleans? ¿No tendría que haber elegido algo que tenga que ver con Wall Street o con New York? Hasta en eso se equivoca.
Independientemente del mote utilizado, parece que se alegrara de este crack (¿o no vieron como le brillaban los ojitos y casi ni podía ocultar su sonrisa?. Lamentable. O acaso no se enteró de algo que se llama globalización? Que las bolsas caen en todo el mundo, los commodities se desploman y nuestro riesgo país está rozando los 1000 puntos? Y aquí además, sube el dólar, sube la inflación, se estanca el consumo, fenómenos extranísimos en nuestra sólida economía (oops! me copié la ironía).
Pero lo más inquietante, es que el tema de hoy en casi toda la Argentina, compartiendo primera plana en los diarios de papel y on line y de toooooodos los programas de tv, increíblemente, es el repechaje de Bailando por un sueño y el escupitajo a Lafauci.
Y bueno, así nos va. Después no nos quejemos.

viernes, 26 de septiembre de 2008

La rebelión de los cables


Los cables, esos gusanos plasticosos que esconden un trenzado de cobre o aluminio en su interior, conducen con mucha eficacia la electricidad, envían datos, imágenes, hacen posible la telecomunicación, mandan misteriosamente ondas y mil enlaces más. E invaden nuestra vida.
Obviamente sin ellos, cantidad de cosas no serían posibles. Algunas tan simples y a las que estamos tan acostumbrados como prender la luz, la tele, enfriar una cerveza o secarnos el pelo. U otras tan sofisticadas que creo solamente las comprenden los científicos que están trabajando en la "Máquina de Dios".
Aunque racionalmente valoro su enorme utilidad, yo no los quiero. Es más, los detesto (el corazón siente cosas que no entiende la razón).
Gracias a la maravillosa tecnología y para mi deleite, cada vez hay más cosas inalámbricas: teléfonos, enlaces bluetooth, conexión a internet wi-fi. Confieso que no es lo mismo, fallan un poco, pero es una buena opción.
Pero hay buena parte de ellos que son inevitables. Por eso, los escondo. Los condeno a quedar atrapados en las paredes, detrás de muebles, enlatados en un cable canal, enroscados, apresados, intentando su invisibilidad. Pero no. Ellos se esfuerzan en aparecer negros o blancos, incombinables, triunfantes, siempre más largos o más cortos de lo necesario, terminando en horribles fichas dientudas como diciendo: sin mí, no funciona...
Tendría que hacer un esfuerzo para reconciliarme con ellos, son muy vengativos. A veces, en noches de absoluto silencio me parece escuchar un tenue murmullo conspirativo... Lo que me hace sospechar, ¿y si un día se rebelan y deciden salir de sus encierros, atacándonos en masa??????
No quieras saberlo.

jueves, 25 de septiembre de 2008

La veracidad de dos mitos


Siempre me negué a creer dos teorías: que las hormonas a las mujeres nos jugaban una mala pasada (o varias), concepto que me parecía sumamente descalificador y más si venía de parte de "ellos". La otra, que la primavera era la estación del amor, nada más pusilánime y de novelas de folletín.
En estos últimos tiempos, he notado, no sé si porque estoy más vieja y más sabia o porque me encanta encontrar finalmente un culpable a quien atribuirle mi ira, que cuando me está por venir, realmente de pongo de muy mal humor. Tal vez esto siempre sucedió y yo me estoy prestando más atención ahora. O, finalmente, la hormona enloquecida pide pista y a los gritos dice ¡dame bola!
Con respecto a la primavera, estación en la que nací, me ha regalado los cumpleaños más fríos y ventosos que se puedan conseguir aún en pleno invierno (casualidades, vio?). Nunca percibí los maravillosos brotes de los árboles, ni los florecidos jardines que aceleran el pulso por bellos. Tampoco ese palpitar inquieto que nos hace mirar con deseo a nuestro hombre o a cualquier otro atractivo que se nos cruce. La primavera y el amor, otro cliché.
Esta semana, debo admitir que decidí echar por tierra mis creencias. Obnubilada de tristeza y desazón pre-menstrual, desencantada de la vida, dolorida y sangrante como todos los meses, pude comprobar que todo cambió mágicamente a los dos días de mi período. Empezaban a nivelarse los niveles de estrógenos.
Y hoy, al levantarme y escuchar los pájaros cantar, sentir el sol en la cara mientras desayunaba y mirar a mi muchacho y compañero desde hace 19 años, sentí por primera vez que la primavera había llegado a mi vida. Y con amor.
Estoy muy cursi???? Deben ser las hormonas.....

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Qué mal hicimos las flacas??????


Nací con 3,900kg. Fue mi último peso superior a lo "normal". De ahí en más, siempre fui flaca, hija de padre flaco, madre flaca y hermana de otra flaca. Somos una familia de flacos si me remito a fotos de antepasados y recuerdos de abuelos también flacos.
Por qué no me creen que no hago dieta, que no me mato de hambre? Por qué cada vez que me encuentro con alguien que hace un tiempo que no me ve, invariablemente me dice: estás más flaca!!!
Estoy cansada de explicar que como a deshoras, que me encantan los dulces, que tomo alcohol, que si estoy bajoneada (como casi todas la mujeres cuando menstruo y muchas veces más) me bajo una barra de chocolate y que como consecuencia de no cuidarme en las comidas, tengo el colesterol malo (LDL) alto. Que no soy deportista, no me gusta transpirar, es más, O D I O el ejercicio físico y por lo tanto, no lo practico. Que no saco el culo del auto, que no camino y que si algún día me dan ganas de respirar aire puro en Palermo, me acuesto hasta que se me pase.
Reproduzco solo un ejemplo de lo que me pasa todos los días, es un muro a muro de Facebook:

Hayganus Baloglu
21 de septiembre a las 22:50
Hola! Que tal como estas? Disculpa que te moleste. Como haces para mantenerte asi fisicamente?. Beso!

Fabiana Araujo
22 de septiembre a las 13:10
jaja, nada en particular, medio que vine así de fabrica, salvo las lolas, que son adquiridas.... Bss

Hayganus Baloglu
22 de septiembre a las 13:18
Nono, eso no te lo creo.. el tipico no hago nada y estoy asi no es!!!
tirame una punta x lo menos!!


Y así siempre. Tal vez preferirían que les diga que hago cuatro comidas, dos colaciones, tomo 3 litros de agua mineral por día, tengo una rutina de fitness perfecta y vivo con el centímetro en la mano. Por favor!!!!

Así como la genética me favoreció con la flacura, también me dotó de escoliosis, pie plano, ojos marrones, pelo lacio, lengua partida, manos grandes, huesos chicos, alergias varias, dolor crónico de cabeza y vaya uno a saber cuantas cosas más.

Cortenla con mi peso, soy así.

martes, 23 de septiembre de 2008

A que atenerse si te dicen...

Escucho "quedate tranquila" e inmediatamente me altero. Ya sé positivamente que mejor me arreglo solita. Ni hablar si empiezan el parlamento con un "con todo respeto", chau, se viene la puteada.
"Nos estamos ocupando" típica respuesta de atención al cliente de las empresas de cable, telefonía, proveedores de internet ante nuestro reclamo número trescientos cuarenta y ocho y que indica que ni siquiera encontraron tus datos en la pantalla. Si la respuesta es "ya está solucionado el problema", seguirás sin internet, tv o teléfono aproximadamente por tres meses.
"Quedamos así, te llamo", zas! echaste raíces esperando el llamado, "hoy sin falta te lo mando", evidentemente se cayeron todas las torres de alta tensión de 500 km a la redonda o Bill Gates deshabilitó Windows Vista y Xp por las dudas, porque del mail, ni noticias.
"Pero, si yo tengo muchos amigos judíos/bolivianos/gays/etc...", perfecto alumno de Hitler que atesora el manuscrito de "Mi Lucha" autografiado por Adolf.
"Yo no te voy a cagar", prepará el Glade. Y la peor de todas: "la verdad es que...", sin dudas me estás mintiendo en la cara!!!!!!!!!!!!!!!!!

lunes, 22 de septiembre de 2008

Y sí, la pasarela no es para cualquiera...


Sobre la discriminación, la gordura y otras yerbas

Recuerdo cuando empecé a desfilar, las agencias de modelos no estaban tan organizadas y para participar de los desfiles tenías que ir a los ateliers de los diseñadores en cuanto te enterabas de que estaban haciendo el casting. Llegabas, te daban una falda o un pantalón talle 40 (89 de cadera) y si te entraba, te probaban un vestido o un equipo completo y te decían: caminá.

Demás está decir, que nunca se te ocurriría asomarte si no pasabas con holgura el 1,72m de estatura sin tacos (lo aprendí con dolor, ya que mido 1,71m). Y nadie se sentía discriminada, simplemente, así eran las reglas del juego.

Luego, todo cambió. La pasarela no fue sólo para las "mannequins", esas criaturas etéreas, lánguidas y de piernas infinitas. Empezó a poblarse de figuritas mediáticas, no tan rigurosamente elegidas por su esbeltez y "charme" sino por su popularidad y atributos más contundentes a la hora de enfrentar una cámara colocada estratégicamente desde abajo.

En esta temporada primavera-verano 2008, un escandalete con la no inclusión de la hija de Araceli González en una colección del Buenos Aires Fashion Week, abrió una vez más el debate sobre el criterio de selección de las modelos.

La madre saltó furiosa acusando a Roxana Harris, productora de modas de dicho evento, de "discriminar" a su hija por gorda y no dejarla desfilar. A ver, expliquemos esto: las reglas del casting eran clarísimas, 1,75 m de altura como mínimo y entre 88 y 90 cm de cadera. Florencia Torrente, dueña de una cara de belleza gloriosa y que fotografía como los dioses, no cumple ninguno de los dos requisitos, a pesar de que su peso es de 49/50kg. No es gordura, es un tema de proporciones. La típica cadera de hueso ancho.

No sólo Floppy quedó afuera, fueron varias las chicas que no estaban dentro de esos parámetros. Y no por un capricho de la productora (en el fondo, no son tan poderosas) sino porque la ropa de la colección estaba hecha para esas medidas y se requería uniformidad.

Es esto discriminación? Se puede acusar a la moda, a las productoras, a los disegners de inducir a los trastornos alimentarios? No lo sé, siempre fue así, mi experiencia se remonta a los años '80 y las condiciones eran muy similares.... tal vez no te decían, "tenés más de 90 de cadera, no vas", pero cuando no te entraba la pollerita talle 40, o el pantalón te quedaba largo, no había que agregar nada más.

Este conflicto mediatizado tuvo dos consecuencias: Floppy aumentó considerablemente su ya alto cachet y varias marcas del siguiente evento de moda, el Baam, se apresuraron a contratarla, aprovechando la polémica y asegurándose la foto.

La otra, fue la más desdichada. Expusieron a Floppy al más temible de los juicios, la mirada del público. Avido de sangre, escaneó hasta el más mínimo poro de la piel del Bambi asustado para finalmente emitir, burlonamente su sentencia: para la pasarela, realmente está gorda.

La primera fila es lapidaria y hasta las que se dicen amigas de su madre, fueron más impiadosasque la productora que sin saberlo, le ahorró a Florencia la humillación más silenciosa pero peor: los socarrones comentarios en voz baja.